Isabel la Católica envía a su hija Juana a Flandes para que se case con Felipe el Hermoso, matrimonio de carácter político para garantizar una alianza entre los Reyes Católicos y el emperador de Alemania Maximiliano I, con el fin de aislar a Francia. Juana no podía soportar sus infidelidades; su amor desmedido por él desembocaba en terribles y enfermizos ataques de celos. Esta situación unida a las intrigas de la corte contribuyeron a deteriorar la relación matrimonial.- Soy Juana de Castilla, soberana de Borgoña, también de esta tierra y de Castilla. Pero también quiero ser tu mujer, tu hembra y tu puta - ¿Y piensas obligarme a ello? - Tengo más poder que tú, ¡y más astucia! - Y mucha desvergüenza, para hablarme en ese tono - No es desvergüenza, es ardor...ardor incontenible - Con razón se murmura que estás loca - ¿Loca? ¡ loca porque te quiero hasta la locura!, ¡loca porque no quiero que busques en otras lo que yo sé darte y me sobra!, ¡loca porque aspiro a engendrar y parir a tus hijos! loca, loca, ¡loca de amor!
