
Alicia descansa plácidamente en el campo, cuando le sorprende un conejo parlante que se introduce en una madriguera alegando que va a llegar tarde. Intrigada, Alicia le sigue a través de la madriguera, internándose en un mundo fantástico donde vivirá aventuras a la vez divertidas y terribles.
- Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca
- Oh, eso no lo puedes evitar. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
- ¿Cómo sabes que yo estoy loca?
- Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.