El 3 de marzo de 2012, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, dos supuestos miembros de Pussy Riot, fueron arrestadas por las autoridades rusas y acusadas de vandalismo.
Al principios, ambas negaron ser miembros del grupo e iniciaron una huelga de hambre en protesta por ser encarceladas y apartadas de sus hijos hasta el inicio de juicio en abril.
El 16 de marzo otra mujer, Yekaterina Samutsévitch, que había sido antes interrogada como testigo del caso, fue igualmente arrestada y acusada.
El 4 de julio se presentaron contra el grupo cargos formales y un escrito de acusación de 2800 páginas. Ese mismo día se les notificó sin previo aviso que tenían de plazo para preparar su defensa hasta el 9 de julio. En respuesta, anunciaron una huelga de hambre alegando que dos días laborables era un plazo de tiempo inapropiado para preparar su defensa.
El 21 de julio el tribunal amplió su prisión preventiva durante seis meses más. Las tres miembros detenidas de Pussy Riot son reconocidas como presas políticas por la Union of Solidarity with Political Prisoners. Amnistía Internacional las considera presas de conciencia por «la severidad de la respuesta de las autoridades rusas».
Durante los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 varias mujeres identificadas como las Pussy Riot fueron azotadas con látigos por la milicia de ese país.