Frankie Machine, un hombre con talento musical, sale de la cárcel y, además, consigue dejar la heroína. Su principal problema será encontrar un medio de vida honrado y evitar las drogas y el juego.
Sin palabras se pone de manifiesto la necesidad de incorporar la familia a los procesos de rehabilitación, el tutelaje profesional de los ex toxicómanos durante su reinserción, la ayuda en la búsqueda de trabajo y en la preparación para su desempeño, las necesidades de comprensión y cariño y su tratamiento como personas enfermas, evitando siempre su criminalización.
La venda atada fuertemente impedía la correcta circulación de la sangre. Una vena sobresalía. El brazo tenso sintió el pinchazo de la aguja. Se introdujo con precisión y delicadeza. Apretó. La presión del dedo índice sobre el émbolo le hizo volar. Cerró los ojos. Qué sensación! Es la última vez que hago esto se dijo con voz entrecortada.
- ¿Qué tal Frankie? ¿Cómo te va?
- Bien, acabo de salir de la cárcel.
- Lo sé. Oye, pásate por mi casa un día de éstos.
- No, gracias. Lo he dejado.
- No seas tonto. Al primero invita la casa.
- No iré. Ahora estoy limpio. Me he rehabilitado.
Reparto | Frank Sinatra, Eleanor Parker, Kim Novak, Arnold Stang, Darren McGavin, Robert Strauss, John Conte, Doro Merande, George E. Stone, George Mathews, Leonid Kinskey, Emile Meyer
Guión | Walter Newman, Lewis Meltzer (Novela: Nelson Algren)
Dirección | Otto Preminger
Año | 1955